Las actividades nuevas nos desafían a lo desconocido y enfrentar lo desconocido prepara y entrena a la mente a utilizar todo lo que ya sabemos pero de nuevas formas, y también nos abre a descubrir alternativas para resolver situaciones que nunca nos habíamos planteado con soluciones que quizás, nos son desconocidas.
Probar algo nuevo implica necesariamente una emoción y una respuesta a esa emoción: implica "miedo" y "valentía" (hacerlo con miedo). El miedo es muy sano: nos cuida de situaciones peligrosas, pero la creatividad requiere de valentía: a pensar de mi miedo, adentrarme a esta nueva aventura a descubrir respuestas, oportunidades y situaciones que hasta este momento son desconocidas para mi.
¿Qué actividades nuevas podría probar?
La respuesta corta sería "cualquiera" pues, mientras sea una actividad que nunca habías realizado antes, te permitirá ejercitar tu creatividad. Pero quizás... la respuesta larga podría ser:
Cualquier actividad que cumpla los siguientes requisitos:
Que no hayas realizado antes.
Que te despierte curiosidad: para que te mantenga motivado en el camino de la exploración.
Que no requiera grandes inversiones de dinero: el ejercicio de la creatividad solo te dará pensamiento creativo y, tal vez, no puedas luego recuperar esa inversión en tu vida profesional. Además... al ser una actividad nueva, aunque hoy te parezca interesante, quizás en breve descubras que no te gusta tanto. Si invertís mucho dinero y no te genera un resultado positivo, terminará siendo una carga económica más que un momento de placer.
Que no implique riesgos a tu salud o bienestar: esto dependerá mucho de cuanto te guste tomar riesgos, pero en cuanto a ejercicio creativo, nada amerita que te pongas en riesgos serios (a vos o a los tuyos). La práctica creativa debe centrar tu preocupación en el proceso de aprendizaje y no en riesgos externos.
Algunas ideas que me sirvieron a mi:
Yo me reconozco curiosa, y también me di cuenta que me enganchan todas las cosas que "generan belleza". Si entiendo que algún proceso puede resultar en un producto "bello" seguro me enamoro de esa disciplina y me lleva a querer conocer más y aprender a producir.
Claramente, yo tengo mi concepto de "belleza" y mis ejercicios creativos tienen que ver con eso. En este post no voy a desarrollar el concepto de belleza porque excede al tema, pero si lo traigo porque es justamente lo que me inspira a mi.
A mis 20 años me dediqué a la pintura figurativa al óleo. Y si bien comencé con la técnica tradicional con pincel, en algunos momentos posteriores probé la tinta china (no me gustó) y luego volví al óleo pero con espátula.
Cuando cumplí 30 pasé al arte textil, y aunque ya sabía tejer a crochet, me adentré en el bordado. Primero tradicional, luego sus variantes: sashiko, mexicano y peruano, flores...
Además estuve indagando sobre los encajes: comencé con bolillos, luego encaje a la aguja y frivolité. Hoy estoy combinando encaje, tejido y bordados en puntos de needle weaving.
¿Cómo lo apliqué en la vida profesional?
Todas las técnicas de pintura y de tejido y bordado, me permitieron cambiar la mirada de una exposición: dejar de pensar en que es lo que yo quería decir para centrarme en como quería que impactara mi mensaje.
Las proporciones, el juego de colores, el impacto de las texturas visuales... todo influyó directamente en como preparo mis diapositivas y los materiales escritos.
Los materiales, sus características, el cálculo de las cantidades y los tiempos de trabajo de cada una de estas técnicas me ayudaron a repesar como organizo mis recursos y tareas profesionales.
Las interacciones con compañeros en los talleres, las formas de explicar de las profesoras, me permitieron repensar mis clases y mis interacciones con mis alumnos y con mis colegas en las reuniones.
Aprender una actividad nueva permite ejercitar la creatividad, y si estás lo suficientemente abierto al pensamiento lateral, también podrás llevar los aprendizajes de esos espacios a tu vida cotidiana y profesional.
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